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“Producir la imagen de un mundo lleno de violencias y delitos, de guerras étnicas y odios raciales, y a proponer a la contemplación cotidiana un entorno amenazados, incomprensible e inquietante, del que conviene, ante todo, retraerse y protegerse, una sucesión absurda de desastres absolutamente incomprensibles y en los que no se puede intervenir. Así se introduce hábilmente, poco a poco, una filosofía pesimista de la historia que estimula más el retraimiento y la resignación que la rebelión y la indignación, y que, lejos de movilizar y politizar, solo puede contribuir a aumentar los temores xenófobos, de la misma manera que la ilusión de que la delincuencia y la violencia no dejan de aumentar favorece las ansiedades y las fobias por la “seguridad”. La sensación de que el mundo ha escapado del control de la mayoría de los mortales se conjuga con la impresión de que el juego político es cosa de profesionales para estimular, especialmente es las personas menos politizadas, una desvinculación fatalista, evidentemente favorable a la conservación del orden establecido”

Bourdieu, Pierre

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lunes, junio 13

"Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad"

No hay ni frase más conocida, ni imagen más vista.

¿Qué pasó ese día?, ¿quiénes lo estaban mirando?, ¿a quiénes representaba esa sociedad? Creo que todo lo simplifica la gran frase que dijo Neil Armstrong tras haber sido el primer hombre en pisar la luna. Territorio desconocido para el mundo entero, que se veía lejano, inalcanzable para cualquier ser humano y por ende, llegar a la luna era un gran avance en todo sentido: tecnológico, social, y por sobre todo, político y económico. Esa imagen que fue trasmitida el 20 de julio de 1969 y vista por millones de personas implicó uno de los acontecimientos más grandes para el hombre hasta ese momento. El mundo se sintió que era parte de esa gran noticia (como bien dice Barbero)

Antes de analizar cualquier cuestión hay que saber quién llego a la luna, de dónde era, y sobre todo “entender en qué condiciones sociales se estaba para poder saber la dimensión significante. El sentido es dado por las condiciones en las que se construyo”, como dice Barbero.

La época de los años 60 se caracterizó por las continuas “peleas” entre las grandes potencias de la post guerra por ver quién realmente iba a salir triunfadora en todo sentido – se dio en llamar “la guerra fría” . Y para ello entendieron que necesitaban grandes avances tecnológicos. ¡Y qué mejor avance que llegar a la luna! Alcanzar esa meta inverosímil, única y, de ciencia ficción. Demostrar cuán lejos podía llegar el hombre, ó básicamente una nación.

Esa gran competencia vinculada al interés por el poder de la manipulación mundial, según explica Bordieu, estuvo entre Rusia y Estados Unidos. Este último país por fin en 1962 pudo lograr su cometido: alcanzar lo inalcanzable, trascender todo tipo de barreras y significados, todo lo que el hombre podía llegar a lograr gracias a la tecnología y la unión de toda una nación. Y no sólo eso, logró que el mundo entero (todo aquél que tuviera un aparato de televisión o de radio) pudiera estar interconectado en una misma imagen, sonido y sobre todo, un mismo sentimiento y significado. Todos se identificaron y se sintieron parte de aquel gran logro.

En ese momento Estados Unidos se convirtió en un medio de comunicación al mostrarnos lo que estaba sucediendo ni más ni menos que en la luna. Ellos eran los principales protagonistas de ese hecho histórico en el cual nosotros fuimos meros espectadores/consumidores. Ellos competían con Rusia, para ver quién era el primero en lanzar un cohete al espacio. Se prepararon meses y meses creando técnicas y marcos de conocimiento, según explica Willams, para poder conseguir el producto final: un paso fundamental-pisar la luna.

Para ello supieron aprovechar otro gran avance: el uso de los televisores y radios, de manera que ese momento pudiera ser transmitido y dirigido al mundo entero. No sólo para que el mundo no se pierda ese avance técnico, sino para que les pueda llegar a todos exactamente el mismo mensaje. Crearon un mismo sentido para que pueda ser transmitido a la humanidad entera. El sentido era mostrar públicamente el poder que tenía en ese momento Estados Unidos ante el mundo. Poder para llegar a la luna y traspasar todo tipo de fronteras con el disfraz de que ese gran paso lo habían conseguido todos (sí, por haber confiado en Estados Unidos) y por eso era un avance para la humanidad (dentro de las condiciones de Estados Unidos).

Construyeron un discurso/hecho en base a una idea, como dice Barbero, para lograr un simple objetivo: ganar la competencia con Rusia y el resto de las potencias y así tener el poder absoluto del momento.

Lograron comunicar de manera instantánea y al mundo entero la forma en que el hombre llegaba a la luna al mismo tiempo que estaba sucediendo. Tuvieron las habilidades, estrategias, y técnicas para darnos a conocer esa noticia (significado) haciéndola almacenar y reconstruir para que el “mundo entero” lo viese. Y por “mundo entero” me refiero a que en verdad no todo el mundo pudo ver en ese momento esas imágenes. La tecnología nos limita muchísimo, como sucedió en este caso. Las personas que no tenían un televisor o una radio no tenían forma de enterarse de lo sucedido. Porque no tenían la capacidad ni posibilidad alguna de conectarse con la tecnología (esto se debe a las diferencias políticas, y brechas económicas y sociales que existe en cada país, cultura, nación.). También en ese momento había un solo “medio” (Estados Unidos) que transmitía ese mensaje, un significado, como define María Mata, “convertido” en noticia. Ellos sabían que eso iba a “encantar” (Silversone) a toda la gente que lo viera por su gran relevancia e importancia. Y que, en cierto punto iban a lograr su objetivo: verse como la mayor potencia del mundo por su gran avance científico y tecnológico. Gracias a ese encantamiento podían ejercer poder sobre nuestros pensamientos y hacernos pensar lo que al fin y al cabo ellos querían, ya que en ese momento nuestros ojos al universo, a esa nueva exploración, eran ellos y solamente ellos.

En ese momento la llegada a la luna era uno de los únicos temas de conversación- instalaron su propia agenda, solamente para la gente que tenía acceso a esa tecnología.

¿Por que marcó nuevos valores y nuevas transformaciones de sentido? Por primera vez el hombre podía llegar a dominar algo más que la tierra, podía explorar lugares inhóspitos como la luna. Si se podía lograr eso ¡cuántas cosas más se pueden llegar a hacer! Ese hito traspasó nuestro imaginario y a la vez lo creó. Le dieron un nuevo sentido a lo que el hombre podía lograr.

En ese momento la gente creyó lo que estaba viendo, como dice Mata; se apropió de esa imagen, y la restituyó viendo lo grande que era el hombre y sintiéndose parte de esos hombres que por primera vez pisaban la luna. Aquellos espectadores se sintieron totalmente identificados, enorgullecidos, se sintieron parte de una misma sociedad (le dieron un nuevo valor simbólico).

Pero en realidad de lo que se daban cuenta es que esa sociedad no era la unión de la humanidad, sino la unión del poder de los Estados Unidos persiguiendo su meta de hacerse ver como el salvador, aventurero y creador de la mejor tecnología.

Hoy se habla de que en verdad la técnica y habilidad aplicada en la llegada a la luna fue el armado de un escenario, vestuario, maquillaje y escenografía. Hoy, año 2011, y desde hace ya un tiempo, se le dio un nuevo sentido a esa imagen. Ya no un sentido de identificación, patriotismo, heroísmo e importancia, sino uno de mentira en la cual nos dejamos convencer que eso que sucedía era real, cuando la única verdad era el objetivo de Estados Unidos, hacernos sentir parte de ellos y sentirnos orgullosos de lo que habíamos logrado todos, por haber confiado en su “poderosa” nación.

Se crearon todos tipos de significaciones y atribuciones a esa imagen gracias a la gran cantidad de tecnologías y medios de comunicación existentes, que hacen que el mundo se achique aún más (ese fue el logro de 1962, y por eso su relevancia). Y poder darnos cuenta en fracciones de segundos lo que nos quieren mostrar, qué significado tiene y por qué lo hacen.

Creamos y reproducimos sentidos todo el tiempo, constantemente. A partir de ese momento en que toda la gente en sus hogares se enteró de lo que sucedía en la luna, el planeta se empezó a achicar, produciendo y reproduciendo sentido, y todos nos sentimos identificados como actores sociales y consumidores importantes.


Primer parcial

Bettina Fonseca

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